Ya ha transcurrido un año y las cosas pintan mejor. Tanto así que hemos sido testigos presenciales de los acontecimientos más importantes de nuestras fabulosas vidas. Al terminar el año nos enteramos de que los estandartes de nuestra generación por fin vendrían a vendernos sus himnos desoladores, vacíos y al mismo tiempo llenos de recuerdos hasta el tope: momentos congelados que volvieron a tomar vida las noches de este fin de semana. Lo más importante es que todos los personajes siguen, como en una especie de serie televisiva larga larga. Para algunos de ellos ya van más de 25 temporadas, para otros apenas unas 15, pero no por eso menos importantes. Las cosas van caminando hacia una historia cada vez más incierta. No me imagino fuera del círculo, pero cando eso suceda volveré a mirar estas imágenes, referencia de solidez y solidaridad humana, de amistad, de historia, de mundos similares que decidieron ir juntos al fin del universo, de nuestro universo ....
